Estos son algunos de los talleres que realizamos, pero que en este momento no tenemos programados. Puedes consultar en qué consisten y apuntarte para que te avisemos cuando los repitamos.

La sabiduría de la incertidumbre

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Algunos de los momentos más felices y productivos de la vida suceden sin haberlos previsto, fuera de toda lógica y del control. Recuerdo la mejor Navidad. Y no me gustan estas fiestas, ojo. Solía terminar discutiendo de política o cabreado con la hipocresía mundial. De repente, en una cena de Nochebuena, me entregué al fluir cósmico. Vi un disco del grupo musical Abba. Puse un tema. Comencé a bailar con mi sobrino. Movimientos locos. Subimos el volumen, y al poco rato, toda la familia danzaba poseída por el espíritu de la diversión. Hoy lo recordamos con nostalgia.

En otra ocasión, comprobé cómo en una cita festiva el universo me puso en bandeja una oferta de trabajo. Buscaba impartir clases de meditación. No sabía por dónde empezar. Era nuevo en la ciudad. Fui a una presentación de un libro. Me dije, disfruta del presente, ya vendrán las oportunidades. Sin saber cómo me encontré hablando con una mujer sobre crecimiento personal y espiritualidad. Resulta que tenía un centro de terapia. Resulta que buscaba a alguien para impartir clases de meditación. Resulta que ahí estaba yo.

Cuando sueltas el saberlo todo, el controlarlo todo, atarlo todo, te liberas del miedo y el encajonamiento. La vida te trae lo que necesitas, pero el cómo lo pone ella, no tú. Eso es abrirse a la incertidumbre, a la sorpresa, a la magia de no-saber. Eso es apertura, decirle al universo que estás pendiente de las señales y que abrazas lo que venga con gratitud. Y también es confiar, caminar sin miedo y danzar en sincronía con la Realidad. Y eso siempre trae cosas buenas.

Este taller va de eso. A través de la charla compartida y ejercicios prácticos meditativos y energéticos elevaremos nuestra resonancia para estar en sintonía con la corriente de la vida.

Algunos de los momentos más felices y productivos de la vida suceden sin haberlos previsto, fuera de toda lógica y del control. Recuerdo la mejor Navidad. Y no me gustan estas fiestas, ojo. Solía terminar discutiendo de política o cabreado con la hipocresía mundial. De repente, en una cena de Nochebuena, me entregué al fluir cósmico. Vi un disco del grupo musical Abba. Puse un tema. Comencé a bailar con mi sobrino. Movimientos locos. Subimos el volumen, y al poco rato, toda la familia danzaba poseída por el espíritu de la diversión. Hoy lo recordamos con nostalgia.

En otra ocasión, comprobé cómo en una cita festiva el universo me puso en bandeja una oferta de trabajo. Buscaba impartir clases de meditación. No sabía por dónde empezar. Era nuevo en la ciudad. Fui a una presentación de un libro. Me dije, disfruta del presente, ya vendrán las oportunidades. Sin saber cómo me encontré hablando con una mujer sobre crecimiento personal y espiritualidad. Resulta que tenía un centro de terapia. Resulta que buscaba a alguien para impartir clases de meditación. Resulta que ahí estaba yo.

Cuando sueltas el saberlo todo, el controlarlo todo, atarlo todo, te liberas del miedo y el encajonamiento. La vida te trae lo que necesitas, pero el cómo lo pone ella, no tú. Eso es abrirse a la incertidumbre, a la sorpresa, a la magia de no-saber. Eso es apertura, decirle al universo que estás pendiente de las señales y que abrazas lo que venga con gratitud. Y también es confiar, caminar sin miedo y danzar en sincronía con la Realidad. Y eso siempre trae cosas buenas.

Este taller va de eso. A través de la charla compartida y ejercicios prácticos meditativos y energéticos elevaremos nuestra resonancia para estar en sintonía con la corriente de la vida.

Jornada intensiva Calma, Corazón y Luz

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Vive en un formato reducido la experiencia de este retiro que aúna las herramientas de la meditación, el reiki y los Registros Akhásicos.

Un día para conectar con tu silencio interior, para abrir un espacio de paz en tu mente y en tu cuerpo, para activar el poder de la comunicación de tu corazón en la relación contigo, con los demás y con el mundo, y para asomarte a esa sabiduría energética que te pertenece.

Este encuentro de almas es 100% experiencial y siempre se desarrolla en grupos reducidos. Está pensado para que aquellas personas que ya participaron en el retiro refuercen sus conocimientos, y también para quienes sientan curiosidad por conocerse, de un modo siempre amable y respetuoso, y acceder a sus recursos internos para afrontar los desafíos de la vida.

Vive en un formato reducido la experiencia de este retiro que aúna las herramientas de la meditación, el reiki y los Registros Akhásicos.

Un día para conectar con tu silencio interior, para abrir un espacio de paz en tu mente y en tu cuerpo, para activar el poder de la comunicación de tu corazón en la relación contigo, con los demás y con el mundo, y para asomarte a esa sabiduría energética que te pertenece.

Este encuentro de almas es 100% experiencial y siempre se desarrolla en grupos reducidos. Está pensado para que aquellas personas que ya participaron en el retiro refuercen sus conocimientos, y también para quienes sientan curiosidad por conocerse, de un modo siempre amable y respetuoso, y acceder a sus recursos internos para afrontar los desafíos de la vida.

Comunicación con la luz

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Hace 15 años sufrí un accidente de tráfico. Me deslicé por un terraplén en un bosque. Un pensamiento apareció en mi cabeza. «¡Túmbate entre los asientos!». Obedecí. Me quité el cinturón de seguridad y me tumbé. El coche dio un montón de vueltas de campana. Tumbarme me salvó la vida. El vehículo quedó siniestro total y yo intacto.

Quizá no lo sabes, pero tienes una conexión permanente con tu dimensión más sutil. A veces se manifiesta de golpe, como en este caso. Otras más suave, pero siempre está o están ahí. Y lo curioso es que están para ayudarte.

Este taller va de eso, de abrirse a esa ayuda, de recibir, de saber, de ser y estar más plenos en esta vida.

Hace 15 años sufrí un accidente de tráfico. Me deslicé por un terraplén en un bosque. Un pensamiento apareció en mi cabeza. «¡Túmbate entre los asientos!». Obedecí. Me quité el cinturón de seguridad y me tumbé. El coche dio un montón de vueltas de campana. Tumbarme me salvó la vida. El vehículo quedó siniestro total y yo intacto.

Quizá no lo sabes, pero tienes una conexión permanente con tu dimensión más sutil. A veces se manifiesta de golpe, como en este caso. Otras más suave, pero siempre está o están ahí. Y lo curioso es que están para ayudarte.

Este taller va de eso, de abrirse a esa ayuda, de recibir, de saber, de ser y estar más plenos en esta vida.

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